
En el Bajo Aragón, una zona marcada por condiciones de viento exigentes, nació hace más de 20 años un enfoque práctico y diferente para el manejo del almendro: la Poda Aragonesa o Poda 4.0. Su impulsor, Antonio Poblador, y hoy junto a su hijo Roberto Poblador, responsables de “El Vivero de Abel” y “Poda Aragonesa”, son los encargados de desarrollar y divulgar esta técnica con un objetivo claro: mejorar la eficiencia y rentabilidad en campo.