El gusano cabezudo (Capnodis tenebrionis) es una de las plagas más dañinas para los almendros, ya que ataca sus raíces y afecta su productividad. Sin embargo, el laboreo bajo copa o desherbaje interfila, puede ser una solución práctica para controlar esta plaga, según apuntan los últimos ensayos recogidos en Manejo integrado del control de Gusano Cabezudo en Almendro del IFAPA (Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera) de la Junta de Andalucía.
¿Cómo ayuda el desherbaje interfilas al control del gusano cabezudo?
- Expone a las larvas: Al remover la tierra, las larvas quedan más vulnerables al ambiente, dificultando su supervivencia por desecación o exposición a depredadores.
- Destruye sus refugios: El laboreo elimina túneles y galerías alrededor de las raíces, impidiendo que las larvas encuentren un lugar seguro para desarrollarse.
- Fomenta aliados naturales: Un suelo suelto favorece la acción de depredadores y hongos beneficiosos como Beauveria bassiana o Metarhizium anisopliae, que atacan a las larvas de forma natural.
- Complementar otras medidas de control: Además de controlar el gusano cabezudo, el desherbaje mejora la efectividad de otras medidas como la aplicación de productos repelentes o el uso de barreras físicas.
Consejos prácticos para un laboreo efectivo
- Elige el momento adecuado: Realiza el laboreo en primavera y verano, cuando las larvas están más activas.
- Repite la labor: Hazlo al menos dos veces al año para mantener un control constante.
- Combina estrategias: Complementa esta práctica con otras medidas, como la instalación de barreras físicas o la aplicación de hongos beneficiosos, siempre con asesoramiento técnico.
Consulta Manejo integrado del control de Gusano Cabezudo en Almendro del IFAPA (Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera) de la Junta de Andalucía.